miércoles, 12 de marzo de 2014

Cien años de soledad - Gabriel García Márquez

Portada del libro*
Título: Cien años de soledad
Autor: Gabriel García Márquez
Editorial: Random House Mondadori
Páginas: 495

Hoy voy a reseñar la que, desde el momento en que la leí, y que confirmé con el tiempo, es mi obra preferida. Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, es el relato de un poblado de Colombia, Macondo, y, en especial, de la familia fundadora: los Buendía. Empecemos con la sinopsis.
«Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.» Con estas palabras empieza una novela legendaria, una de las aventuras literarias más fascinantes del siglo XX. La familia Buendía-Iguarán, con sus milagros, fantasías, obsesiones, tragedias, incestos, adulterios, rebeldías, descubrimientos y condenas, representa al mismo tiempo el mito y la historia, la tragedia y el amor del mundo entero. **
Es muy difícil describir esta historia sin dejarla como una novela del montón, pero me esforzaré por que veáis qué es lo que tiene de buena y por qué es una lectura más que obligatoria.

Argumento

La historia arranca con un suceso al que se referirá varias veces en la novela: los gitanos acuden a Macondo y traen «el último y asombroso descubrimiento de los sabios de Memphis», el hielo. Como cada vez que acude el grupo de nómadas, Macondo queda alborotada por las novedades que traen, sean imanes, espejos o alfombras mágicas. José Arcadio Buendía, fundador del poblado y patriarca de la familia Buendía, acudirá con sus hijos a conocer el tan nombrado hielo y se maravillará por todo lo que hay más allá de la ciénaga, lo cual los macondinos desconocen por completo. Y así, sus ansias de contacto con la civilización se verán de nuevo despertadas para, en el momento más inesperado, dar su fruto. Se instaura un nuevo camino entre Macondo y el pueblo próximo y así empieza, dicho en los dos sentidos de la palabra, la Historia. 

Gabriel García Márquez crea en Macondo un pequeño ecosistema donde la Historia de la humanidad se desarrolla de principio a fin, desde las épocas más arcaicas en las que «El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre», pasando por la explotación bananera de Colombia hasta la más tórrida decadencia de la civilización, que es víctima, completando el círculo, de la misma naturaleza anteriormente pisoteada.

Y en este contexto se gesta una estirpe de solitarios catalogados como los Buendía, una extensa familia que cuenta con más de cinco generaciones de personajes excéntricos, apasionados y sumamente divertidos. 

Árbol genealógico de la familia Buendía ***
Cien años de soledad es humor, es sorpresa, es crueldad y es amor. Es una historia cargada de matices, de dobles significados, de referencias y de carcajadas; una novela dramática también, con tintes catastrofistas a ratos, y absolutamente obsesionada por tres temas: el Tiempo entendido como un círculo, el incesto y la soledad. Todos los personajes que forman la familia Buendía conocen la soledad de un modo u otro (algunos, en formas de «soledad» de lo más inusuales, todo sea dicho) y, unos más que otros, tienen su buena ración de tentaciones incestuosas. Esta repetición de los errores pasados (y de las personalidades, y de los nombres -véase el árbol-), hacen que la matriarca de la familia, Ursula Iguarán Buendía, asegure más de una vez en voz alta que «el tiempo no pasa, sino que da continuas vueltas en redondo».

Esta novela está para disfrutarla. Muchos piensan que los clásicos son pesos pesados imposibles de leer que, en realidad, no gustan a nadie. (Viendo alguno de estos "clásicos", yo también me lo pregunto). Pero esta novela no se parece en nada a esas obras. Es una historia tan completa, tan divertida, que hay que leerla una vez en la vida (o dos, o tres...). Lo digo muy en serio; si le dais la oportunidad, dudo mucho que no hayáis encontrado alguna parte que os encante.

La única crítica que le daré a esta novela pertenece al argumento, y en un aspecto muy concreto. Las múltiples guerras de Aureliano son, a mi parecer, excesivas. La novela, para mí, son los huecos en los que no hay guerra; es decir, todo lo anterior a las elecciones y todo lo posterior a la guerra, es decir, la época de Aureliano Segundo en adelante. Todo lo que corresponde a la guerra lo veo como una maraña de sucesos sin mucho interés (más si lo comparamos con todo el resto) y que supone una barrera para los lectores más "débiles" (en el sentido de dejar un libro a la primera pérdida de interés). Para aquellos que sientan el mismo rechazo a esta parte y estén haciendo la primera lectura, les recomiendo un poco de paciencia, que la novela continúa, y muy, muy bien.

Personajes

Los personajes más relevantes son siempre los de la familia, sin lugar a dudas. Hay algún secundario que aparece más de una vez, pero el gran peso de la novela se lo llevan los Buendía. Los más significativos, el primer Aureliano, coronel y causante de una época turbulenta de la historia de Colombia (la guerra que mencionaba antes), y el primer José Arcadio (hijo), la bastedad hecha persona. El primer José Arcadio es la hipérbole de la hipérbole; cada uno de sus aspectos es una exageración en sí misma, desde su cuerpo, hasta su personalidad, acciones y final. Su final, en concreto, me parece tronchante.

A partir de esta primera generación (omitiendo a José Arcadio y Úrsula), los personajes son recreaciones de los dos hermanos; cada José Arcadio tiene trazas de la personalidad de él, y cada Aureliano, de Aureliano. Excepto en el caso de los gemelos José Arcadio Segundo y Aureliano Segundo, que, según las sospechas de Úrsula, cambiaron los papeles en algún momento de la infancia y permanecieron para siempre con los nombres cambiados.

Son muchos los personajes inolvidables en esta novela, pero yo me quedo con Aureliano Segundo. Es puramente vitalista, dado a la diversión, a disfrutar la vida y a no dejarse domar por las reglas estúpidas que sólo hacen que aniquilar lo bueno que tienen las cosas. Sus apariciones son siempre relatos merecedores de cualquier anécdota de amigos, y sus momentos duros son de lo más entrañable. Sólo de escribir estas líneas ya me entra una pena indescriptible al pensar en su final, porque, cómo no, también él tiene un final. Y el de un personaje tan memorable lo guardo grabado a fuego muy dentro. Pero... para llegar a él tendréis que pasar por la guerra... ¡Un motivo más para darle una oportunidad y acabar el libro!

Autor de la obra *4
Y dejando a un lado los hombres, hablemos también de las mujeres. Úrsula, madre entregada y verdadera líder de la familia. Dedica su vida a su casa y su descendencia y es, para mí, el personaje más solitario de la novela. Amaranta es su hija y ella, en sí misma, encarna la tragedia familiar (el por qué, me lo guardo para que lo leáis). También tenemos a Rebeca, la que come la cal de las paredes; Remedios la Bella, una mujer tan bella que los hombres que la ven mueren de impotencia por no tenerla, y que vive su vida en absoluta libertad, todo en un mundo de baños y andar desnuda; Fernanda del Carpio, la beata mujer de Aureliano Segundo, un personaje hecho para odiarlo pero que, como nos muestra el autor cuando llega a su final, también merece compasión; y Amaranta Úrsula, la última Buendía, una exiliada que vuelve al pueblo de su infancia, con la intención de devolver su esplendor a un pueblo aniquilado por la decrepitud.

Lo he dicho ya muchas veces, pero menos sería insuficiente: dadle una oportunidad. Todos estos personajes merecen ser conocidos.

Estilo

Acabaré la reseña hablando del estilo del autor. Es un estilo muy fluido, con un vocabulario rico pero no cargante, y que busca el humor en la elección de cada palabra. Es un estilo propio de cuento, de poema; Cien años de soledad es una novela para leer en voz alta. A pesar de utilizar un vocabulario avanzado y con muchos términos de América Latina o, incluso, propios de Colombia, puede entenderse bien, puede seguirse, y no debe ser un punto en contra. 

Por otra parte, y esto hay que advertirlo antes de que alguien se horrorize, Gabriel García Márquez utiliza aquí lo que se denomina como realismo mágico. Éste es un estilo de novelas en que la acción se desarrolla en un entorno aparentemente real, verosímil, pero, de pronto, aparecen cosas tan increíbles como alfombras voladoras, resurrecciones, levitaciones o invisibilidad. Todo en búsqueda del humor y de la irrealidad, para hacer de la historia lo que es, ficción, pero que la acojamos como una experiencia propia. Para los que no hayáis vivido nunca el realismo mágico, es una técnica extraña, pero algo puntual, nada que deba preocuparos sobre la integridad argumental, la coherencia ni nada de eso. Como tantas veces he dicho: probadlo.

Conclusiones

¿Puede alguien hacer una reseña objetiva de algo que le encanta? Seguramente no. No era tampoco mi objetivo aquí. Estoy seguro que todos, en algún momento de vuestras vidas, habréis oído hablar de esta novela. Algunos hasta se han visto obligados a leerla para sus clases. Tal vez muchos la hayan dejado correr por ser un clásico, uno de esos libros infumables que no interesan a nadie (excepto a quién esté tan loco para interesarle). No os dejéis engañar. Cien años de soledad es un clásico con méritos sobrados, pero es tan divertida y amena que vale la pena leerla aún sin pretensiones de estudiar literatura. Esta reseña está destinada a animar a leer el libro, no a criticarlo (aunque mi crítica ya la he dejado caer también). Así que, si algo de lo que os he dicho os ha sonado bien, apuntad el libro en vuestra lista y dadle cierta prioridad. Que no se diga que este blog no fomenta la lectura.

La nota... Creo que está muy claro, a estas alturas.



Bibliografía utilizada para esta entrada:
* Imagen extraída de la publicación del día 07/03/2012 del blog La antigua Biblos
** Sinopsis extraída de la edición de la editorial Random House Mondadori S.A.
*** Imagen extraída de la publicación del día 04/03/2011 del blog El forastero lector
*4 Imagen extraída de la publicación del día 19/11/2010 del blog Literatura Fotos Dibujos Obras

3 comentarios:

  1. Me parece muy acertada la nota que le das! Leí la obra que reseñas en el insti cuando hacía COU, a la vez que leía El siglo de las luces de Alejo Carpentier y La ciudad y los perros de Vargas Llosa ( que también me encantaron). El caso es que las devoré en muy poco tiempo porque no podía parar de leer. ¡A mí también me pareció que sobraba tanta guerra!
    Me han entrado unas ganas tremendas de releerlas para ver si me producen la misma sensación que entonces. Me viene a la cabeza la descripción del hilo de sangre después del pistoletazo, atravesando la casa, esquivando los tapices para no mancharlos… o lo de los pescaditos de oro que forjaba el coronel Aureliano…
    Lo dicho, toca re-lectura!

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  2. Ya te habia oido hablar de esta obra mientras la leías XD así que me imaginaba la nota y la reseña. He de decir que mi madre se compró un kindle hace poco y la primera novela que le dio por releer fue esta, que me recomendó mientras lo hacia... asi que supongo que al final tendré que leerla!

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